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Perfeccionando la producción de cigüeñales con mecanizado electroquímico (05/16)

El proceso de mecanizado electroquímico (ECM)  puede ser de gran ayuda a productores de piezas para la industria automovilística. En el año 2015 Hyundai llamó a revisión a medio millón de vehículos en EEUU debido a que virutas o rebarbas del cigüeñal no habían sido correctamente retiradas y por consiguiente dificultaban la circulación de aceite lubricante, lo cual podía tener fatales consecuencias. Es importante mantener la lubricación en zonas de apoyo, muñequillas y muñones para evitar roturas de motor.

El proceso de mecanizado electroquímico presenta varias ventajas frente al proceso mecánico de taladrado con broca en la producción de cigüeñales. Asegura que todas las rebarbas y partículas son disueltas en las intersecciones de los canales de lubricación. La superficie queda con un acabado pulido lo que permite un transporte del lubricante suave y consistente. Además es posible realizar un radio en la entrada y salida del canal de lubricación lo que incrementa la resistencia a la fatiga sin introducir una carga mecánica o térmica al material.

ECM no solo es apto para la producción de cigüeñales, también puede ser usado en la fabricación de todo tipo de piezas grandes o pequeñas, ofreciendo ventajas como tiempos de procesado muy rápidos, desbaste y acabado en una sola operación, ausencia de rebarbas secundarias, desbarzar metales complicados de mecanizar o de difícil acceso y una mayor estabilidad y control del proceso.

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